Los eventos se desarrollan en diferentes tipos de espacios, cerrados (locales, salas de concierto, centros de congresos, restaurantes, hoteles, casas particulares, colegios, etc.) o bien abiertos ( plazas urbanas, playas, parques y jardines, espacios naturales, etc.). La ubicación determina en gran medida el impacto ambiental que genera. Así mismo, los servicios que se ofrecerán en dicho evento, y la tipología del mismo (reunión, boda, festival…), condicionarán su sostenibilidad.
Disminuir estos y otros impactos ambientales es posible sin renunciar a los objetivos lúdicos y/o culturales de una celebración. Sostenibilizar un evento es más sencillo de lo que parece, sólo requiere un poco de planificación y mucho compromiso, valorando y adoptando las medidas adecuadas que reduzcan el impacto negativo, ambiental y social, previsto. Debemos:
- *Reducir, reutilizar y reciclar los residuos.
- *Disminuir el consumo de energía y agua.
- *Favorecer la movilidad sostenible.
- *Evitar la contaminación atmosférica.
- *Evitar la contaminación acústica y lumínica.
- *Distribuir alimentos sanos y responsables con el medio ambiente y la salud.
- *Proteger el hábitat de animales y plantas.
- *Sensibilizar a las personas asistentes acerca del respeto a su entorno.
- *Comunicar a la sociedad en general el valor y repercusión de un evento sostenible.